La vitamina A tiene importancia en el metabolismo visual y su deficiencia puede conllevar entre otros, nictalopía.
La vitamina A tiene un gran papel dentro de la función de la visión, puesto que participa en la producción de los pigmentos que forman parte de la retina y que permiten ver el espectro de luz. Así mismo, un nivel normal de vitamina A nos permite favorecer una buena visión, inclusive cuando la luz es tenue.

Deficiencia de vitamina A
La carencia de vitamina A no es infrecuente entre los pobres de los países en desarrollo, lo que tiene efectos devastadores. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se quedan ciegos entre 250 000 y 500 000 personas con deficiencia de vitamina A, y la mitad de ellos muere en los 12 meses posteriores a la pérdida de la visión.

Una de las primeras señales de la falta de vitamina A es la ceguera nocturna. En el antiguo Egipto se descubrió que la ceguera nocturna podía curarse comiendo hígado, que posteriormente se descubrió que era una fuente rica en vitamina A.

La falta de vitamina A hace que la córnea se seque mucho, lo que provoca opacidad en la parte delantera del ojo, úlceras corneales y pérdida de visión. La falta de vitamina A también causa daños en la retina que pueden conducir a la ceguera.