Antes de elegir cualquiera de las dos opciones, ten en cuenta que una no es necesariamente mejor que la otra, cada opción tiene sus ventajas y sus desventajas en términos de visión, facilidad de uso y salud ocular.

Un ejemplo: Las gafas reducen la necesidad de tocar los ojos lo que minimiza riesgos de irritaciones o el desarrollo de una infección ocular. Mientras que los lentes de contacto no se interponen en tu camino a la hora de realizar ejercicio o algún deporte.